Para cualquier aficionado a los vinos generosos, dulces y de licor, Vinoble siempre ha sido el sancta sanctorum de las ferias. En los años 2000 tuvo su apogeo de la mano de Carlos Delgado, Bartolomé Sánchez y el entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco y posteriormente comenzó un declive hasta que hubo una edición que no se llegó a realizar. Hasta que desde hace dos ediciones Juancho Asenjo con su esfuerzo casi unipersonal ha podido rescatar la feria de su desaparición. Antes desde el ayuntamiento y las instituciones apostaron por este evento que era único en su género, pero ahora ese apoyo es mucho más tímido y menos proactivo.
Un evento de este tipo no puede ser jamás fruto del esfuerzo de uno o más románticos de este mítico evento, debe de ser una apuesta firme y seria por este formato y por este emplazamiento, con el fin de intentar que Jerez vuelva a ser la referencia mundial de estos vinos y en este entorno. Como había muchas ganas de Vinoble después de la pandemia y de esa amenaza permanente de que esta edición siempre puede ser la última edición, queremos levantar la voz desde nuestro grupo Los Generosos para reclamar más apoyo de las instituciones públicas, empresas, patrocinadores, bodegas de todo el mundo para relanzar Vinoble y devolverle su estado primigenio. Hagamos de Vinoble una muestra de vinos rentable, referente y didáctica. Donde prensa local y extranjera, importadores, bodegueros puedan dar a conocer sus productos en todo el planeta y que salvaguarden las esencias de estos vinos tan poco rentables pero tan necesarios para los aficionados.
Las bodegas representadas aunque han menguado se ha conseguido que haya representación de bastante países: Italia, Alemania, Canadá, Sudafrica, Francia, Portugal, entre otros. Los vinos, algunos aún nos siguen sorprendiendo, de dulces como la miel a secos como la arena del mar.
La feria podría rotar, proponérselo a otras ciudades que la quieran acoger y que estén interesadas en poner capital y esfuerzo, cambiar las fechas, enclaves o formatos, pero este salón no lo podemos dejar desaparecer. Si no existiera Vinoble habría que inventarlo... o reinventarlo.
Porque ir a Jerez ya en sí mismo tiene un valor intrínseco: sus bodegas, yeguadas, flamenco, sus tabancos únicos, su gente...
Así que el que escribe estas palabras seguirá yendo cada dos años a Jerez a disfrutar de esta feria única y si hay que echar una mano en la imagen, organización y difusión se echará. Eso sí, cobrando.
Solo una puntualización: Pedro Pacheco dejó de ser Alcalde en 2003, por lo que ni en la edición de 2004 ni en la de 2008, tuvo nada que ver. Que no es por quitarle mérito, pero tampoco estamos pa regalarlo...!!!
ResponderEliminarPues entonces, en la edición 2004 y 2008 ya sin Pacheco, también hay que celebrar el apoyo de las instituciones a Vinoble. No hay que adjudicar méritos así gratuitamente, pero estarás conmigo en que fueron muy buenos años para la feria. A ver si se recupera ese nivel.
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