jueves, 29 de enero de 2015

Cata vertical de Finos Tradición


Una de nuestras últimas catas, la que cerró el 2014, tuvo como protagonista al fino en rama de Bodegas Tradición. Es un vino nuevo, si es que esto puede aplicarse a un fino muy viejo que, hasta ahora, alimentaba las criaderas de sus amontillados VORS. Desde mayo de 2013, fecha de la primera saca, es el vino más joven de la casa. Con sus entre diez y doce años de crianza en botas, “llega hasta la frontera del amontillado sin pasarse de la raya”, para Luis Oliván.
La filosofía de Tradición es embotellar unas 3.000 botellas y sólo en los momentos del año en los que la levadura está más activa, en otoño y primavera, lo que supone sólo dos sacas al año. Nuestra impresión fue que estas sacas son vinos muy distintos entre sí, que reflejan distintos cabeceos de soleras y momentos del año y que, por ello, han evolucionado diferentemente en la botella. Hoy, la primera y la última son las que dan la nota, con un carácter semejante de vinos robustos pero estilizados, en los que se une una presencia apabullante de la levadura, que la casa busca, con marcados rasgos de vejez en bota que hoy son inusuales en los finos comerciales y mucha mineralidad. Conviene vigilar su evolución futura porque no son vinos que se vayan a marchitar en breve.



Primera saca: mayo 2013
Está primera tirada ha crecido en la botella y a Jesús Yraola le gusta más ahora que cuando salió a la venta. Es un fino no demasiado “fino”, para entendernos: con presencia, intensidad y cierta densidad, bien concentrado pero siempre elegante, con una textura sutil de bota y mucha flor en un paladar almendrado, muy personal, lleno de bouquet y con un corazón de tierra albariza


Segunda saca: octubre 2013
El tiempo lo ha llevado por el camino del fino-amontillado y está en un terreno intermedio. La marcada presencia de la levadura se une a una potente parte oxidativa en un recorrido de boca  fresco y algo delgado, con menos empaque que la primera saca pero siempre fresco y apetecible. 


Tercera Saca: mayo 2014
Protagonizada por el terruño, es la más mineral de la serie. Como pasaba en la segunda saca, la sensación potente de levadura fresca enlaza con los aromas de vejez. Un fino con carácter, recorrido ágil y una muy disfrutable textura granulosa, que termina con unas originales notas de hierbas y cereal.


Cuarta saca: octubre 2014
Vuelve el fino “gordo”, en la línea de los de mediados del siglo XX, “como un Tío Pepe de hace un par de décadas” para Yraola, pero con una innegable finura de estilo y gran delicadeza de nariz, la más poderosa de la serie, rica en levadura de flor, almendras y avellanas y con un elegante fondo como de hidrocarburos. Textura perfecta, al filo de la untuosidad, con gran presencia de la bota vieja

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario