1. Marqués
de Poley. Un amontillado, en el que destaca la crianza biológica, con muchos
olores y sabores a característicos de la crianza bajo velo: almendras. Según se
va oxigenando el vino aparecen los olores de la crianza oxidativa, en donde
destacan los olores especiados: vainillas y canelas. En boca es muy seco, con
buen cuerpo y una importante acidez, que le da un gran paso por boca.
2. PX
1965. Olores de alta intensidad a flores de azahar, melosos e higos secos. Dulce,
con muy buena acidez, que le hace muy fácil de beber. El postgusto es inmenso,
donde aparecen los currys, castañas tostadas, piña de pino, orejones, naranja
escarchada. Se va oxigenando y cambia, en olores y aromas, que inunda la
pituitaria. EXTRAORDINARIO. 98,50
3. PX
1955. Alta intensidad olorosa, en donde destacan los cacaos, tostados, pasas y
una oxidación suave, que recuerda a la entrada que se hace a una iglesia
antigua. Denso y potente en boca, de largo postgusto, volviendo a salir los
cacaos, tostados y vainillas.
4. PX
1929. Cerrado, hay que centrarse en la fase visual: color, densidad,
lagrimas…poco a poco, van apareciendo una gran variedad de olores: Torta de
higos, algarrobas, cítricos (bergamota), ciruela pasa, guirlache, cúrcuma,
etc…una inmensidad de olores, que acercan al éxtasis. En boca es denso, de gran
cuerpo, muy dulce pero con una inmensa acidez, que le da vida y le permite un maravilloso
paso por boca, sedoso. El postgusto muy largo, en donde destaca, una acidez,
que le da vida, un amargor de regaliz que le da potencia y vuelven aparecer:
cítricos (bergamota), ciruela pasa, guirlache, algarroba. ALUCINANTE. 99,50
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