miércoles, 15 de junio de 2016

Las catas de Vinoble


Un éxito indiscutible de Vinoble 2016, más allá de las polémicas que circulan estos días por las redes, fueron las espectaculares catas dirigidas de la Mezquita y el Molino. Especialmente las que podrían encuadrarse en lo que, por la zona, dicen “el despertar de la fuerza” o la “revolución silenciosa” y que viene a significar la vuelta de estos vinos al primer plano después de unas décadas perdidas. Ya hemos hablado de “Los Generosos y el Tiempo”, la cata comparativa que creamos para investigar qué le pasa a las grandes soleras en la botella y que creo una gran expectación. Otra de enorme carga emotiva fue 'El Marco de Jerez: Nuevas avenidas sobre tierras milenarias', un recorrido en 14 vinos a cargo del Master of Wine español, Pedro Ballesteros, y el director general del Consejo Regulador, César Saldaña, escoltados por los enólogos de las grandes casas (Williams & Humbert, Barbadillo, González Byass, Osborne, Lustau, Hidalgo-la Gitana) junto a los inquietos viñadores que están sacudiendo el Jerez de hoy:  Ramiro Ibáñez, Willy Pérez, Primitivo Collantes o Alejandro Narváez,  y proyectos rompedores como el Equipo Navazos, Ximénez Spínola o Viña AB de Antonio Barbadillo. Unos bajo el sello de la D.O. y otros sin él, fueron narrando sus proyectos que incluyen los vinos de añada, la vuelta de varietales perdidos o la reivindicación de otros minoritarios como el PX, los vinos de pago único, el asoleado y las vendimias tardías. De alguna forma, César Saldaña anunció que “por ahora” no todos cabían bajo el paraguas del Jerez, una de cuyas reglas irrompibles es la crianza mínima de dos años para todos los vinos, pero que de todo podía hablarse en el futuro. Esa apertura de puertas vino acompañada del anuncio del mapa de pagos que ha elaborado el Consejo y que significa la vuelta del sistema de clasificación centenario del Marco en versión actualizada. En la larga cata brillaron vinos rebeldes como el Viña Matalián de Collantes, el Navazos-Niepoort, la manzanilla de añada 2010 de Callejuela, el sacristía AB saca 2010, el fino de añada de W&H 2009 y, por supuesto, las joyas clásicas VORS como el oloroso Faraón, el Lustau palo cortado, el amontillado 51-1ª o el viejísimo moscatel Pio IX. Nuestras notas de cata aún echan humo y las iremos ordenando para colgarlas en próximos días, junto a las de otros grandes eventos como la megacata “The Flor Show” en la que Juanma Bellver y Jesús Barquín, escoltados por lo más granado del Jura francés, desarrollaron una narración perfecta de la zona francesa hermanada por la levadura de velo de flor con Jerez y Montilla-Moriles, cuyos vinos encajaron en la secuencia de una forma perfecta. Sigan atentos.

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